¿Bilingüismo
o pseudobilingüismo?
Ventajas del bilingüismo:
Siempre se nos ha dicho, de forma
insistente, que dominar más de un idioma nos supone más aventajados con
respecto a los individuos que únicamente dominan su propia lengua materna.
Desde hace mucho tiempo los investigadores vienen estudiando qué efectos
tiene sobre el cerebro el dominio de varias lenguas. Estas investigaciones reflejan
que ser bilingüe supone una mayor capacidad para “activar” dos idiomas, lo que
trae consigo que, procesos cognitivos como la memoria y la atención se vean favorecidos en cuanto a un mejor
rendimiento de los mismos, de igual manera advierten que, aquellos que saben
más de un idioma son capaces de procesar
mejor la información en tareas que implican atención
dividida y simultánea, así como de poner en marcha otras funciones
ejecutivas, entre ellas, la resistencia a
la interferencia que nos permite inhibir estímulos distractores y desechar
información irrelevante. De igual forma los investigadores se plantean si el
hecho de ser bilingües trae consigo implicaciones de carácter estructural y en
materia de plasticidad cerebral e indican que en el cerebro bilingüe se activan
más zonas que en el monolingüe, sobre todo en el hemisferio izquierdo.
Figura 1. Actividad cerebral bilingüismo vs monolingüismo.
Fuente de la imagen: inguanacaste.info
En el plano intelectual hay estudios que avalan que un niño bilingüe
posee una mayor flexibilidad cognitiva que le ayuda a entender y asimilar
conceptos tanto lingüísticos como matemáticos. En este sentido hay expertos que aseguran que, los niños que crecen
manejando otro idioma además de su lengua materna, muestran un aprendizaje más
lento de cada uno de los idiomas que aprenden, si bien poseen unas habilidades
metafonológicas más desarrolladas, lo que repercute en un mejor entendimiento
del lenguaje, y ello les hace estar más preparados para afrontar con mayores
garantías el aprendizaje de la lectoescritura, si entendemos las habilidades
metafonológicas como uno de los prerrequisitos para su aprendizaje. En el área del lenguaje se cree que las personas bilingües están dotadas
de un lenguaje más rico en cuanto a la extensión y complejidad de las
estructuras sintácticas que emplean, así como un vocabulario más amplio, dado
que poseen la capacidad de usar múltiples palabras para expresar un mismo
concepto, aunque puedan tener más dificultades y ser algunas milésimas de
segundo más lentos a la hora de acceder al léxico, por el hecho de tener que
estar continuamente seleccionando el idioma a usar según la situación y los
interlocutores.
Figura 2. Cómo "moldea" al cerebro un nuevo idioma
Fuente: Periódico ABC "El inglés aumenta la materia gris"
De entre las ventajas de ser bilingüe
las hay también de carácter socio-comunicativo, cultural, y laboral. No cabe
duda que el hecho de conocer varios idiomas permite al niño comunicarse con
individuos de distintas nacionalidades. Por otro lado desde lo relativo al
acceso al conocimiento, los niños bilingües están en disposición de acceder a
la información de forma globalizada, puesto que también habrá un dominio de la
vertiente escrita de los idiomas que maneje.
Si nos fijamos en el plano cultural, el aprender varios idiomas va a
permitir al menor conocer la historia,
la literatura, las tradiciones del lugar de origen de esa segunda lengua, así
como de la suya propia, lo que a su vez, les hace ser más abiertos hacia otras
culturas y realidades Y todo esto, en
teoría, debería redundar positivamente en cuanto a oportunidades laborales de
calidad.
Adquisición vs aprendizaje de
una segunda lengua:
Hay quienes creen que aprender
una segunda lengua es muy fácil y quien piensa que no es tarea sencilla dado
que su aprendizaje está condicionado por múltiples variables y circunstancias
dispares. De este hecho se desprende una necesidad de analizar cuáles son los
requisitos para que el aprendizaje/adquisición de un segundo idioma resulte
exitoso.
En primer lugar hay que
distinguir conceptos como “adquisición” y “aprendizaje”. El concepto adquisición implica espontaneidad
y un marco contextual natural de interacción con el entorno, mientras el
aprendizaje tiende a vincularse a una actividad intencional que conlleva una
instrucción, y una planificación para conseguir unos objetivos concretos.
Cuando a un sistema educativo se
le quiere dotar de la característica de ser bilingüe hay que tener en cuenta que
existen matices diferenciales en el proceso de adquisición natural de nuestra
lengua nativa y las circunstancias en las que los nuestros alumnos aprenden una
segunda lengua en las aulas.
La adquisición de la lengua materna
se nutre de elementos lingüísticos y los que no son puramente lingüísticos, es
decir, el niño a lo largo de ese proceso complejo de adquisición del lenguaje,
entra inevitablemente en contacto con él a través de otros canales de
comunicación, no menos importantes que la palabra, y que tiene que aprender a
comprender e interpretar, tales como el lenguaje corporal, la entonación, los
gestos, la expresión facial… La adquisición de la lengua nativa por parte del
niño va a tener su escenario en un marco natural y espontáneo en el que se
aprenden a utilizar estructuras gramaticales cada vez más complejas sin hacer
un análisis constante de lo que se habla y cómo se habla, imitando, repitiendo
palabras y frases a sí mismo, experimentando y practicando en interacción
constante con su entorno y con sus iguales (que usan su misma lengua) y
descubriendo que cada gesto, cada palabra o cada frase tienen una función
específica para según qué contexto. Sin olvidar que todo esto se logra a partir
del deseo de comunicar sin imposiciones.
Cuando nos marcamos como objetivo que nuestros alumnos aprendan una
segunda lengua, intentamos aplicar este proceso de adquisición del lenguaje, descrito
anteriormente, en las aulas, sin tener en cuenta que, por un lado, el contexto
ha cambiado y, por otro lado, estamos convirtiendo ese proceso, que deber ser
natural, en algo consciente y explícito. Tampoco debemos olvidar que cuando
aprendemos nuestra lengua materna lo hacemos en condiciones de inmersión
lingüística completa, pudiendo interactuar con nuestro entorno. En este último término hay gran
disparidad entre los distintos centros educativos, encontrándonos con variedad
de oferta, de tal manera que hay colegios que ofertan una inmersión completa en
la segunda lengua, mientras en otros esta inmersión es parcial. Por otro lado, si nos fijamos en la formación
del profesorado, también existe una gran heterogeneidad, hay profesores
nativos, otros nativos sin formación docente, otros que, si ser nativos, tienen
un buen nivel de dominio de la segunda lengua y, por último muchos otros que
han tenido que “aprender” ese idioma “a mata caballo” y con un gran esfuerzo
para poderse adaptar a las exigencias de su entorno laboral y de un sistema
educativo que aspira a “solucionar” esa supuesta “incultura” bilingüe, que se
asegura, tiene nuestro país con respecto a otros. Entonces, mi pregunta es: ¿es
realmente bilingüe el profesorado?. Este dato es crucial si tenemos en cuenta
que la adquisición de un idioma se produce por aproximaciones al modelo que la
persona adulta propone. Por otro lado, los profesores de inglés acaban
impartiendo, otras asignaturas sin tener especialización en la materia
asignada.
En resumen, la naturalidad en la que debería basarse el proceso de enseñanza-aprendizaje de esa segunda lengua, no podría entenderse sin tener en cuenta una serie de variables, y sobre las cuales deben apoyarse los principios metodológicos para su afianzamiento en las aulas, y estos son:
-
La competencia lingüística es sólo una parte de
la competencia comunicativa.
-
El desarrollo de la competencia comunicativa es
un proceso.
-
El aprendizaje de cualquier lengua requiere
interacción con los usuarios de la misma.
- El aprendizaje de otra lengua comparte ciertas
analogías con el proceso de adquisición de la primera lengua.
- La competencia que se desarrolla es directamente
proporcional al tiempo de comunicación e interacción empleado en la realización
de una actividad significativa, más allá del aula.
Tras poner todos estos datos
encima de la mesa me planteo ¿la implantación del bilingüismo en nuestro
sistema educativo cumple con estos criterios?, ¿lo estamos haciendo bien?
¿tenemos en cuenta todas estas variables?, ¿qué ocurre con el aprendizaje del
castellano de los alumnos inmigrantes procedentes de países no
hispanohablantes?
Bilingüismo y dificultades de
aprendizaje:
Desde el comienzo de la etapa
infantil vemos que no todos los niños inician su andadura escolar con las
mismas posibilidades, ni en las mismas condiciones. Algunos alumnos se incorporan al sistema
educativo con dificultades y desfases de distinta índole. En estos casos la
recomendación más habitual es no escolarizar a estos alumnos en un modelo
bilingüe a fin de no aumentar los problemas de aprendizaje ya existentes e
intentar que adquieran una mejor competencia de su lengua materna. Por otro
lado hay quienes aseguran que los beneficios de la educación bilingüe sobre el
desarrollo cognitivo y lingüístico ha ser tenido muy en cuenta también en los
niños con dificultades de aprendizaje o en el desarrollo del lenguaje. Los que
apoyan esta postura consideran que los sistemas de inmersión total tienen
también efectos positivos para el desarrollo cognitivo de estos niños, ya que
ningún programa de inmersión, bien llevado a cabo, contribuye a acrecentar los
problemas preexistentes. Sostienen que estos niños, al igual que en un sistema
monolingüe o de subinmersión, necesitarán apoyos y adaptaciones. Añaden además,
que si hay problemas en la adquisición de una primera lengua, también lo habrá
en el aprendizaje de la segunda, si bien el eximir al menor del aprendizaje de
la segunda lengua no garantiza un mayor desarrollo de la lengua materna.
Mi postura es que el sistema
actual, es más parecido al modelo de subinmersión y por tanto, en mi opinión es
pseudobilingüe. Este hecho contribuye a acrecentar las diferencias entre los
niños más aventajados y más desfasados, dado que es poco flexible para
adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada alumno en el momento en
que se inicia el aprendizaje de la segunda lengua, y por tanto para darles la
respuesta educativa acorde a sus necesidades, que les permitiría aprovecharse
de los beneficios de entrar en contacto con más de un idioma, sin que ello
supusiera un problema añadido a los que ya de por si tuvieran.
¿Y vosotros, qué opináis?
Fuentes bibliográficas:
1. Adquisición de la primera y segunda lengua en aprendientes en edad infantil y adulta. Navarro Moreno, Betsabé (2009). http://www.ual.es/revistas/PhilUr/pdf/PhilUr2.2010.Navarro.pdf
2. Bilingüismo y necesidades educativas especiales. Amaia Arregui Martinez. Instituto para el desarrollo curricular y la formación del profesorado (CEI-IDC) http://www.hezkuntza.ejgv.euskadi.net/r43-2459/es/contenidos/informacion/dif7/es_2082/adjuntos/documentos/Bilinguismo%20(7)/BILINGUISMO_c.pdf
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