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sábado, 30 de enero de 2016

¿TIENES UN/A ALUMNO/A CON TDAH EN EL AULA?. PUES ¡ATENTO/A! Y TOMA NOTA, PARA PODER AYUDARLE

Detrás de la mayoría de los niños diagnosticados con TDAH se encuentra un rendimiento académico inferior al que se espera por edad y capacidad intelectual, dado que la hiperactividad, la impulsividad o las dificultades atencionales no son buenos aliados para un adecuado proceso de aprendizaje. 

Por este motivo, el objetivo del artículo de hoy es daros algunas estrategias para ayudar a vuestros alumnos en aquellos procesos que van a estar afectados como consecuencia de su sintomatología. 


LAS FUNCIONES EJECUTIVAS: QUÉ SON Y CÓMO INTERFIEREN EN EL ÁREA ACADÉMICA Y SOCIAL DEL ALUMNO CON TDAH

Estudios reconocen que el TDAH es una limitación del desarrollo de las funciones ejecutivas, actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar, y evaluar el comportamiento necesario para alcanzar metas. 

Un inadecuado funcionamiento de las funciones ejecutivas se manifiesta:
  • Inhadecuada respuesta inhibitoria, lo que implica una dificultad para controlar los impulsos y demorar recompensas.
  • Excesiva actividad en tareas irrelevantes o pobre regulación de la actividad ante tareas exigentes. 
  • Dificultad para regular las emociones, la motivación y el estado de alerta. 
  • Variabilidad en el rendimiento. 
  • Dificultad para mantener la atención y facilidad para distraerse. 
  • Falta de capacidad para generar motivación intrínseca en aquellas tareas que no supongan consecuencia inmediata o no sean atractivas para ellos. 
  • Rendimiento académico por debajo de su capacidad
  • Dificultad para manipular y retener la información necesaria para guiar las acciones (memoria de trabajo)
  • Dificultad para seguir instrucciones. 
  • Olvidar una información mientras trabaja otra. 
  • Dificultad para solucionar problemas, lo que les lleva a no planificar 
¿Y cómo se traduce todo esto en el rendimiento académico?
  • Su trabajo suele ser pobre e incompleto, con mala presentación, 
  • No terminan sus trabajos, tareas, exámenes...
  • Algunos trabajan muy despacio, mientras otros se precipitan.
  • No revisan las tareas, y cuando lo hacen, tienen gran dificultad para detectar errores. 
  • Su rendimiento fluctúa. 
  • Necesitan recompensas y gratificación inmediata.
  • Dificultad para mantener la atención y evitar la distracción. 
  • Pierden el rumbo de la tarea.
  • No pueden seguir los pasos de una tarea. 
  • Dificultad para prestar atención a dos cosas a la vez o hacer dos cosas a la vez. 
  • Tiempo cognitivo lento.
  • Dificultad para nominar o describir. 
  • Escritura con múltiples errores. 


DIFICULTADES EN LA LECTURA

Los errores más habituales son: 
  • Omisiones: consiste en olvidar leer una letra, sílaba, palabra o frase.
  • Añadir letras, sílabas o palabras.
  • Sustituciones: leer una letra, sílaba o palabra por otra. 
  • Dificultad con los grupos consonánticos (tr, br, pl....)
  • Comprensión lectora deficiente.
  • Desmotivación y/o rechazo hacia la lectura.
  • Lectura lenta, precipitada o silabeo.
  • Perderse en el texto.

Algunas estrategias que pueden ayudar



DIFICULTADES EN ESCRITURA

Pueden aparecer los siguientes tipos de errores:
  • Uniones indebidas de palabras. Ej: "aver", en lugar de " a ver"
  • Separación de palabras o fragmentaciones. Ej: "des pues", en lugar de "después"
  • Adición de letras. Ej: "tarabajar" en lugar de "trabajar"
  • Omisiones de letras. Ej: "etrella" en vez de "estrella".
  • Sustitución de letras: Ej: "aguelos" en lugar de "abuelos"
  • Repetición o rectificación de sílabas o palabras. 
  • Caligrafía pobre y desorganizada. 
  • Faltas de ortografía.

Algunas estrategias que pueden ayudar



DIFICULTADES EN MATEMÁTICAS

Se pueden manifestar como: 
  • Pobre comprensión de los enunciados. Seguramente se debe a una lectura impulsiva o por falta de atención durante la lectura o análisis de lo que le piden. 
  • Errores de cálculo o falta de dominio de las operaciones básicas. 
Algunas estrategias que pueden ayudar



Fuente: El rincón de clase

Algunas estrategias que pueden ayudar de forma general para la intervención en el aula


En el entorno físico:
  • Trasladas estímulos visuales fuera de su campo visual. 
  • Posibilitar un ambiente tranquilo y sin ruidos. 
  • Distribuir el aula por espacios (espacio para el trabajo en grupo, espacio para el trabajo personal, espacio para trabajar en el suelo, lugar para trabajar de pie....)
  • Situarle con compañeros que le sirvan de modelo. 
Organización y desarrollo de las sesiones:

1. Antes de la sesión:
  • Dedicar las primeras horas de la mañana a aquellas actividades que requieren un mayor esfuerzo intelectual. 
  • Programas actividades alternando trabajo teórico y trabajo práctico 
  • Tener en cuenta que el nivel de atención no siempre va a ser el mismo. 
2. Durante la sesión:
  • Asegurarse de que el alumnado tiene todo el material necesario.
  • Iniciar la sesión con un guión o esquema de lo que se va a trabajar. 
  • Emplear un tono de voz bajo, gesticular, teatralizar. 
  • Intercalar tiempos de explicación y de trabajo personal.
  • Simplificar la información. 
  • Utilizar apoyos visuales. 
  • Ofrecer modelos claros de ejecución junto con las instrucciones. 
3. Finalizando la sesión:
  • Realizar un resumen de la sesión.
  • Utilizar los últimos minutos para asegurarse si se han comprendido los aspectos fundamentales.
  • Si se han mandado tareas, asegurarse que se han apuntado correctamente. 


Algunas estrategias que pueden ayudar en situaciones concretas








¿CÓMO MEJORAR EL COMPORTAMIENTO DEL NIÑO CON TDAH?
  • Elogiar conductas muy concretas. Evitando la ambigüedad. "Te has portado bien" no da información sobre la conducta adecuada y se preguntará "¿Qué tendré que hacer mañana para que me lo vuelva a decir?". Hay que decirle que es lo que ha hecho bien. 
  • Elogiar siempre de forma sincera y verdadera. Como soy consciente de que esto le cuesta, se lo digo. 
  • Utilizar sistemas de puntos que pueden ser intercambiables por un juego, privilegio en clase, fiesta...etc. 
  • La agenda se puede convertir en un espacio ideal para reforzar y elogiar los buenos comportamientos. 
  • Formular los límites en positivo. Ej: caminar despacio, hablar flojito...
Algunas cosas sobre las que debes reflexionar honestamente si la conducta del niño/a no mejora
  • ¿Sabe lo que esperas de él/ella?
  • ¿Has elogiado lo suficiente las buenas conductas?, ¿has sido ambiguo o concreto?
  • ¿Puede ser que se porte mal porque esté reclamando una atención que no recibe con las conductas adecuadas y que le cuestan?
  • ¿Eres constante y persistente a la hora de aplicar las estrategias para mejorar su conducta?
  • ¿Eres paciente a la hora de esperar cambios en su conducta?
  • ¿Refuerzas sus intentos por acercarse a la conducta deseada?
  • ¿Supervisas para que no pasen desapercibidos pequeños avances? 
  • ¿Crees en él/ella y en sus posibilidades de cambio?
  • ¿Eres respetuoso, sensible y atento con sus dificultades?
  • ¿Le dedicas tiempo, hablas con él/ella, le escuchas...?
De interés


Fuentes:

RECUERDA: Puedes usar mis tablones, siempre que me cites o cites este blog. 

sábado, 23 de enero de 2016

LETRAS LOCAS POR CAMPOS SEMÁNTICOS


El material que hoy os presento consiste en varias láminas en las que, en su parte central, aparecen representados distintos campos semánticos (las profesiones, la granja, animales marinos, el zoo, la ropa, el supermercado, la calle, los instrumentos, los transportes, la habitación, el cuarto de baño, el salón, la cocina, la clase, el jardín, la playa, el bosque y el pueblo). Alrededor de la imagen central aparecen unos cuadros que contienen letras descolocadas que corresponden a algunas palabras que hay en la imagen, que el niño deberá identificar y escribir en la línea de debajo de cada cuadro. 

Con este material trabajamos:
- Conciencia fonológica y deletreo.
- Vocabulario
- Atención

He revisado el material y no he encontrado errores, pero si vosotros/as encontráis alguno, os agradeceré que me lo hagáis saber. 

Espero que os resulte útil. 



Si no puedes descargarlo, prueba aquí


martes, 19 de enero de 2016

NORMAS Y LÍMITES. ACLARACIONES, CONSEJOS Y MATERIAL.

Los límites son reglas que se fijan para ayudar a los niños a comportarse dado que, gracias a ellos, hacemos posible que tengan un referente que les permita distinguir lo que está bien y lo que está mal. 
Así, el aprender a cumplir y asumir límites en el seno familiar, supone una base para el comportamiento y la aceptación de las normas sociales. 

Cuando establecemos un LÍMITE le estamos diciendo al niño/a hasta dónde puede llegar y hasta dónde no puede llegar, lo que puede hacer y lo que no puede hacer. 
Las NORMAS representan la forma en la que se traducen los límites en la práctica. De tal manera que cada familia establece las suyas propias, marcando la organización de la convivencia en el entorno familiar. 


Sabemos que los límites y las normas son necesarias y que la ausencia de límites trae consigo una serie de consecuencias.

Habitualmente los problemas de conducta, suelen derivar, entre otras cosas, de entornos familiares en los que hay carencia o exceso de límites, y donde la comunicación afectiva es inadecuada o inexistente. La manera de educar, entablar relaciones y resolver conflictos familiares establece lo que en psicología educativa se conoce como Estilos Educativos que se concretan en pensamientos y conductas parentales respecto a los hijos. La mayoría de las familias no poseen un estilo educativo puro, en muchos casos los estilos educativos se basan en características mezcladas de cada uno de los cuatro estilos fundamentales. 






No siempre resulta fácil manejar el establecimiento de esos límites, así como las consecuencias de su cumplimiento o incumplimiento. 
Algo muy importante que hay que tener presente es que los LÍMITES NO SON UN CASTIGO, LOS LÍMITES IMPLICAN CONTENCIÓN

Para que sea más fácil tenemos que tener en cuenta cómo han de ser:



A esto se me ha olvidado añadir que los límites han de estar previamente consensuados entre los progenitores, dado que la falta de acuerdo, las discrepancias y la falta de sintonía no va a facilitar las cosas y será algo de lo que el niño se puede aprovechar, y más si se producen delante de él.  Por otro lado, han de ser inamovibles, no vale hoy lo aplico y mañana lo cambio, pero al mismo tiempo, han de ser revisables en el tiempo a medida que los niños crecen. 

¿Y cómo ha de ser una orden?
  • Hablar con serenidad, sin gritar y con tono amable 
  • Nos pondremos a su altura para mirarle a los ojos. 
  • Decirle de forma concreta y clara qué queremos que haga. 
  • Proyectando firmeza en nuestros gestos y voz.
¿Qué condiciones son necesarias para una buena aceptación de las normas?
  • Buen clima familiar de afecto y cariño.
  • Los padres deben estar convencidos de lo que piden.
  • Normas claras y necesarias.
  • Coherencia.
  • Mantenerse firmes.
  • Flexibilidad, en ciertos momentos. 
Como decíamos antes, tanto el cumplimiento, como el incumplimiento de los límites tiene que acarrear unas consecuencias. ¿Y cómo fijar dichas consecuencias?


Una vez explicadas las diferencias entre los castigos y los refuerzos, así como sus pros y su contras, no quiero dejar pasar la oportunidad de aconsejar que, independientemente de si finalmente decidimos reforzar o castigar, debemos evitar castigar al niño quitándole cosas que tienen que ver con su salud. Digo esto porque hay padres que dejan al niño/a sin cenar o sin comer por no haberse "portado bien". Creo que la alimentación y el descanso son hábitos sagrados y son elementos que bajo ningún concepto deben usarse como objeto de castigo existiendo alternativas y han de estar fuera de toda negociación. Castigar o premiar con comida puede hacer que el niño haga asociaciones perniciosas con la alimentación. La comida sirve para nutrir, y si la cargamos con emociones negativas, pierde su principal función, deja de ser natural y puede generar angustia en el niño.

Otra estrategia a seguir en el caso de que los niños muestren conductas inadecuadas puede ser la extinción, que implica ignorar la conducta. Se pueden utilizar sobre todo cuando la conducta negativa del niño tiene como objetivo llamar la atención del adulto. Tales conductas pueden ser, hacer el tonto, gritar, tener rabietas, interrumpir, suplicar, llorar (rabieta), decir palabras malsonantes, insultos....Todas ellas, si son ignoradas de forma deliberada, sistemática y constante, dejarán de ser usadas por el niño/a, porque no tendrá motivos para seguir comportándose así. Avisaremos al niño que ante dichas conductas no le haremos caso, por ejemplo "a partir de ahora no te voy a hacer caso cuando me pidas las cosas gritando" y cumpliremos nuestra "amenaza".
Ignorar la conducta requiere por parte del adulto paciencia, tiempo y fuerza de voluntad, porque no es fácil ignorar algo que nos es molesto. Teniendo en cuenta que todos los miembros de la familia han de estar de acuerdo de cuáles serán las conductas que se van a ignorar y que debemos ofrecer al niño/a conductas alternativas, elogiándolo cuando las emplee. 

Ya, pero....¿qué hago si mi hijo/a tiene una rabieta?

Muchas veces las rabietas se podrían evitar si tenemos en cuenta:
  • Antes de intentar cambiar los comportamientos de los niños, debemos observar si hay algo del entorno que debamos cambiar. 
  • Ayudar al niño a anticipar, avisándole de lo que va a ocurrir. Por ejemplo "vamos a ir a ver a los primos, pero no te vas a quedar a dormir con ellos". 
  • Hay ciertos comportamientos que, aunque resulten molestos, son propios de la edad, y por tanto, debemos permitirlo y respetarlos sin ser demasiado estrictos. Por ejemplo, si un niño/a de 18 meses tira un juguete al suelo de forma repetitiva, y aunque se lo alcancemos y se lo demos, lo vuelve a tirar. Si lo que tira o golpea es peligroso porque puede lastimarse, le ofreceremos otro objeto alternativo para que siga experimentando sin posibilidad de hacerse daño.
  • Crear rutinas que impliquen orden y regularidad. 
  • Ser un buen ejemplo. 
  • Has de saber que es normal sentirte inseguro ante la rabieta de tu hijo/a, pero...
  • Si el "no" es justo, no debemos sentirnos culpables por decirles "no". El "no" ayuda al niño/a a madurar y a crecer. 
  • Si no experimenta al "no" le costará mucho hacer frente a las situaciones adversas, no pudiendo gestionarlas de forma adecuada. No entenderá por qué no puede lograr todo lo que desea. A tolerar las frustraciones se aprende desde pequeño. De nada servirá complacer en todo al niño si el mundo entero no está dispuesto a hacer lo mismo.
  • Decir "no" a todo, implica reprimir la iniciativa del niño/a.
  • Los limites no han de estar supeditados al estado emocional de los padres. 
  • Dejar claro que en casa la autoridad corresponde a los padres. 
  • La función de los padres es educar, no ser amigo de los hijos/as, ni tampoco mantener un pulso con ellos.  
Aquí os pongo un póster que da algunas claves de cómo gestionar las rabietas, elaborada por "Escuela de Superpadres".


LIMITES SEGÚN LA EDAD:





LA IMPORTANCIA DE LOS HÁBITOS DE AUTONOMÍA Y DE CREAR RUTINAS Y HORARIOS:


Las rutinas y los horarios representan la forma en la que organizamos nuestro día a día. Por tanto, son patrones repetidos que realizamos en nuestra vida diaria y en función de nuestras circunstancias.

Los niños necesitan seguir unas rutinas y unos horarios fijos. De esta manera se sentirán seguros, de tal forma que pueden controlar lo que les rodea, al poder anticipar lo que va a ocurrir en cada momento, y por tanto prepararse para ello. Dado que con unas rutinas y horarios estables aprenderán secuencias, de tal manera que unas cosas vienen después de otras (levantarse-desayunar, vestirse- ir al colegio....). Les permitirán enfrentarse de forma organizada y con autonomía a las exigencias del entorno.  Aprenderán que cada cosa tiene su momento, entendiendo que, por ejemplo, no es necesario levantarse de la mesa cuando está comiendo porque después de comer tendrá un ratito para jugar, o que antes de irse a bañar tiene que recoger sus juguetes. Así, los niños aprenden cuáles son "sus tareas" y lo que se espera de ellos. 

No debemos olvidar que para que los niños interioricen hábitos y rutinas, será de gran ayuda si:
  • Empezamos lo antes posible, dado que la probabilidad de éxito en su implementación es mayor si le enseñamos pronto. No debemos pensar que es mejor esperar a que sea mayor "porque entiende más", pues para entonces ya habrá adquirido algunos malos hábitos difíciles de cambiar. 
  • Los adultos son un buen ejemplo: no podemos pretender que ordenen su habitación si los adultos tienen sus cosas manga por hombro. 
  • Somos constantes en el cumplimiento de los horarios establecidos. A ver, que nadie se vaya a los extremos. No se trata de hacer las cosas al estilo de un cuartel militar. No nos agobiaremos si nos pasamos 10-15 minutos de la hora. Se trata de que las cosas se hagan todos los días "alrededor de" tal hora. 
  • Los hábitos y rutinas son un aprendizaje más, y por lo tanto, no se aprenden de forma inmediata. Se aprenden practicando. Por ello debemos ser pacientes y no desesperarnos si al principio no lo hace perfectamente. Debemos evitar comentarios como "no sé qué voy a hacer contigo", "todos los días es lo mismo". Puesto que con esta actitud convertiremos el establecimiento de las rutinas en algo aversivo y desagradable, que llevarán al niño a negarse a repetirlo. 
  • Somos flexibles. Contaremos con la existencia de circunstancias "especiales" (días especiales, celebraciones, viajes....) que harán más difícil que se cumplan las rutinas diarias. Explicaremos al niño por qué no estamos llevando a cabo las rutinas como lo hacemos siempre para que lo entienda.
  • Como con el tema de los límites, el cumplimiento de las rutinas no deben depender del estado del adulto. Si solemos acompañarle a la cama en torno a las nueve y hoy estamos muy cansados porque hemos tenido un día muy duro, no debemos acostarlos una hora antes, ni dejarlos que se acuesten cuando quieran porque hoy nos apetece jugar con ellos. Si hacemos esto, les estamos enseñando que los horarios se pueden cambiar porque si, y ellos nos exigirán a nosotros lo mismo. Es preferible que los horarios se consensúen entre todos y sean respetados por todos. 
  • Cuando queramos introducir un nuevo hábito explicamos tranquilamente qué queremos que haga a partir de ese momento, respondiendo a sus dudas y quejas. 
  • Reforzamos cuando hagan bien las cosas. 
A la hora de establecer rutinas es importante que sepas que algunas son innegociables, y estas se refieren a: 
  • Higiene: algunos ejemplos pueden ser, un baño antes de ir al colegio, o antes de cenar...., cepillarse los dientes después de cada comida, peinarse antes de salir de casa, ir al baño cada vez que lo necesiten.....
  • Alimentación: es importante que los niños no se salten ninguna de las comidas del día (desayuno, comida, merienda y cena), estableciendo horarios fijos para ello. De igual forma procuraremos comer todos lo mismo, no cada uno lo que le apetece. También fijaremos cuánto tiempo va a durar el momento de comer/cenar para no prolongarlo en exceso. 
  • Sueño: para descansar debidamente, los niños deben dormir un mínimo de 8 horas, acostándoles siempre a la misma hora y en el mismo lugar.
  • Estudio: estudiar o hacer los deberes todos los días y a la misma hora, planificando un tiempo diario para ello, y siempre en el mismo lugar, lugar que ha de ser tranquilo y sin elementos distractores. 
Por contra existen otras actividades, cuya secuencia, tiempo y frecuencia, pueden ser negociables, tales como el tiempo de juego, el tiempo para estar con los amigos, los momentos de descanso, tiempo para las aficiones....

Autonomía personal y autorregulación del comportamiento:

Entendiendo por autorregulación, la capacidad de inhibir respuestas no apropiadas para un momento determinado, el desarrollo de la autonomía personal es un objetivo prioritario en la educación de un niño. 
Un niño autónomo es aquel que es capaz de autorregular su conducta y realizar por sí mismo aquellas tareas y actividades propias de los niños de su edad y de su entorno socio cultural. Es un proceso de construcción personal que incluye las interacciones que se tienen con el medio, su descubrimiento, el control motor y el desarrollo socio-emocional. 

Un niño poco autónomo es un niño dependiente, que requiere ayuda continua, con poca iniciativa, de alguna manera sobre protegido.

Los niños con pocos hábitos de autonomía, generalmente presentan problemas de aprendizaje y de relación con los demás. De ahí la importancia de su desarrollo: normalmente cuando progresan en este aspecto, también lo hacen en su aprendizaje y relación con los demás

Como norma general todo aquello que el niño pueda hacer solo, siempre que no entrañe peligro, debe hacerlo él mismo. También es válido como criterio enseñar aquellos hábitos que tienen adquiridos la mayoría de niños de una edad. Estos pueden ser los relativos a la higiene y el autocuidado, el aseo, el vestido, la alimentación, el sueño, la vida en sociedad, los estudios....

Y ¿cómo aprenden los niños a ser autónomos y a autorregularse?, pues a través de un apego seguro, de las rutinas, de la iniciativa, asumiendo responsabilidades y tomando decisiones acordes a su edad, evitando la sobreprotección, permitiéndoles aprender de sus errores y a través del establecimiento de unos límites y unas normas tal y como hemos explicado en esta entrada, implicando a los niños en ellas

Conclusión personal: 

Ser padre/madre es muy difícil, pero si somos capaces de tomar decisiones basadas en el equilibrio y el sentido común será más fácil. 

No quiero terminar sin dejar una cosa clara:

Esta entrada no pretende decir a las familias cuál es el estilo de educación parental más adecuado. ni pretende decir a nadie cómo debe educar a sus hijos, ni mucho menos juzgar.  Si como padre/madre no estás de acuerdo con lo que aquí se expone, estás en tu derecho, pero te informo de que los consejos que aquí se aportan son muy generales, luego cada situación y cada circunstancia requiere un análisis particular, por ello el lector es libre de seguir o no los consejos que aquí se dan, como los que dan otros compañeros o profesionales afines que escriben en sus espacios, pero no deben tomarse como un intento de juzgar ni de cambiar la vida de nadie. Al menos no es ni mi labor, ni mi intención. 

Materiales que pueden ser de utilidad: 

Premios y castigos. Modificación de conducta para padres y profesores
Estrategias para abordar conductas desafiantes en alumnos con discapacidad intelectual
Protocolo de actuación ante conductas desafiantes graves y uso de intervenciones físicas
Prevención y corrección de conductas disruptivas en niños y jóvenes en el espectro autista
40 maneras de mejorar el aprendizaje y la conducta
Niños desobedientes, padres desesperados
El arte de criar hijos felices. El equilibrio entre la disciplina y el afecto.
Rabietas infantiles en niños de 1 a 4 años
Programa de modificación de conducta: rabietas
El pequeño dictador. Cuando los padres son las víctimas
Violencia intrafamiliar. Menores que agreden a sus padres
Guía de interacciones positivas entre figuras de autoridad. Padres-Educadores-Niños y Adolescentes en situación de riesgo.
Padres: ¿amigos o autoridad?
Estilos educativos parentales y su implicación en diferentes trastornos
Ayudar a crecer. Guía para trabajar con grupos de padres y madres. Gobierno de Navarra
Ser madres y padres. ¿Dónde está el manual de instrucciones? 
Educa, no pegues
Materiales para eliminar el castigo físico y humillante. Promover la disciplina positiva
Respeto. Disciplina positiva en el aula. Guía para maestros/as
Disciplina positiva. Herramienta para los padres

Fuentes consultadas:
e

viernes, 15 de enero de 2016

LA LOGOPEDIA EN ESPAÑA

Hace poco vi que circulaba por las Redes Sociales un cartel reivindicativo en el que se pretendía dar a conocer a la población en general la situación de la logopedia en España. El cartel al que me refiero es este:


La infografía en cuestión causó mucho revuelo y la inevitable vuelta al debate de siempre, AL vs Logopedas, con opiniones a favor y en contra del esquema. Sus autores/as (logopedas) comentaban que con este cartel no tenían intención de polemizar, ni de infravalorar a nadie, y que no entienden por qué levantaba tantas ampollas un cartel que lo único que pretende es explicar a la población en general la diferencia entre ambos profesionales, porque dicen, aún hay muy poca cultura en este sentido. 

Como digo, el cartel levantó ciertas suspicacias, y concretamente un aspecto:
  • Se dice que la formación del Maestro de Audición y Lenguaje es de tres años de magisterio más uno de especialización en dificultades de la Audición y el Lenguaje. Hasta ahí, cierto. Ahora bien, creo que decir a la población general que la formación de los maestros de audición y lenguaje se basa en un año de especialización es dar un enfoque demasiado reduccionista. Verdad es que ahora el itinerario formativo es el que refleja el cartel, pero antes de que se implantase el plan Bolonia las cosas no eran así. Los maestros de Audición y Lenguaje anteriores a Bolonia se especializaban durante tres años (servidora entre ellos). Sus autoras/es sostenían que esto no lo podían poner porque tenían que basarse en la realidad del momento actual. Y digo yo :¿no es una realidad que muchos de los que actualmente estamos ejerciendo, obtuvimos nuestra titulación antes de que Bolonia entrara en vigor, y que no hemos desaparecido del mapa, y nos quedan muchísimos años de vida laboral ?
Hay colegas que se autodenominan logopedas, y está muy mal, pero no se puede pretender ser el abanderado de la verdad y la responsabilidad, ni se puede presumir de querer informar, obviando lo que no nos gusta. Yo entiendo que es más ventajoso decir a los que no tienen ni idea, que otros sólo tienen un año de especialización, mientras uno tiene cuatro años. Nada que ver, desde luego, pero no, si se quiere informar me parece estupendo, pero no a medias. 
En el cartel se indica que a un puesto de logopeda sólo accede un logopeda colegiado, pero esto también es una verdad a medias, porque no dicen que a un puesto de logopeda accede un logopeda colegiado, a excepción de aquellas Comunidades Autónomas en las que no hay colegio profesional o la colegiación es libre, y que además hay colegiados que no son ni diplomados ni graduados en logopedia, si no que tienen un máster, en muchos casos, posterior a los años 90. Por tanto, que un profesional esté colegiado no significa que haya hecho la carrera de logopedia, y cuando en sus carteles reivindicativos ponen "exige siempre un logopeda colegiado" deberían poner "exige siempre un logopeda colegiado y titulado".

Tras esto, decidí crear mi propio cartel informativo. Ahí va...
Buen día.