Advertencia:

En esta página se comparten materiales que pueden servir de ayuda a otros profesionales. En ella también se ofrecen orientaciones generales y se responden a dudas generales que pueden ser utilidad para el lector. Si bien, esta página, nunca deberá sustituir a la pertinente consulta presencial con el especialista (logopeda, psicólogo, psicopedagogo....según el caso), que, en caso de dificultad, debe ser el que, tras una valoración, oriente sobre las necesidades y pautas que mejor se ajusten a las circunstancias y características de cada situación en particular.

domingo, 31 de mayo de 2015

BINGO MANIPULATIVO DE COLORES Y FORMAS (PARA PEQUES)

Casi todos los que trabajamos con niños conocemos los pernos de colores. Para aquellos que no sepan de qué estoy hablando, se trata de unos tornillos con sus tuercas para enroscar. Son de plástico resistente y de color rojo, azul, amarillo y verde. Esta imagen os será de ayuda. 


Se trata de un juego manipulativo que estimula la coordinación ojo - mano, además de ser muy útil para realizar ejercicios de reglas simples como series de colores, formas, clasificaciones....Pero lo que quiero compartir con vosotros es una idea que se me ha ocurrido hace poco. 
Consiste en adaptar este material de tal manera que podamos crear un juego que imite al clásico bingo. 

La idea es, repartir a cada participante del juego varios tornillos (con un mínimo de 6). Podemos poner todos los que queramos. La cantidad de tornillos va a depender de la capacidad atencional de los participantes y la edad. Una vez colocadas las piezas a modo de tablero, sacaremos una tuerca. Los niños deberán mirarla y buscar si entre las suyas está el tornillo que le corresponde. Podemos apoyarnos verbalmente diciendo "cuadrado rojo, triángulo verde, círculo azul..." para que se si aún no conocen bien los colores y las formas, se vayan familiarizando con ese vocabulario. El que antes complete su "tablero" ganará. Con esta modalidad trabajamos los conceptos de forma y colores básicos, la atención, la discriminación visual y la manipulación manual. 

Con 6 figuras

Con 9 figuras

La otra variante, más difícil, y si los niños ya manejan mejor los conceptos de forma y color, consiste en colocar igual las piezas en forma de tablero, y le diremos lo que tienen que buscar sin el apoyo visual. Es decir, le diremos "círculo rojo, cuadrado amarillo, triángulo verde..." pero no podrán ver la tuerca. El que antes complete su tablero ganará. Con esta modalidad trabajamos los conceptos de forma y colores básicos, la atención, la discriminación visual, la manipulación manual y la comprensión y seguimiento de instrucciones. 

También podemos poner a un niño que sea el que vaya sacando las formas y las vaya cantando, para estimular así también el lenguaje expresivo y la denominación, al tener que decir lo que tiene en la mano.

Espero que os haya gustado ;)

domingo, 24 de mayo de 2015

¿QUÉ ES UNA PÉRDIDA AUDITIVA?. LA AUDIOMETRÍA

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE DETECTAR LOS PROBLEMAS DE AUDICIÓN LO ANTES POSIBLE?

Porque los problemas de audición, sin el debido tratamiento, producen efectos adversos sobre el desarrollo de la comunicación, el desarrollo cognitivo, el desarrollo socio-emocional, problemas de conducta y dificultades en el desempeño académico. 

Existe un "periodo crítico" para el desarrollo del sistema auditivo, que abarca la etapa que va de los 6 meses a los dos años de edad. 

¿QUÉ TIPOS DE PÉRDIDA AUDITIVA EXISTEN?

Las pérdidas auditivas pueden presentarse en un sólo oído (unilateral) o en los dos (bilateral). 
  • Según el momento en que aparecen:
  1. Prelocutiva: aparece antes de que el niño haya desarrollado el lenguaje oral, es decir, antes de los 2 años de edad. 
  2. Perilocutiva: aparece durante el desarrollo del lenguaje, es decir, entre los 2 y los 4 años de edad. 
  3. Postlocutiva: aparece una vez superado el periodo en el que el lenguaje estaba en desarrollo, es decir, después de los 4 años. 
  • Según la localización de la lesión: 
  1. De trasmisión o conductiva: existe una alteración en la trasmisión del sonido a través del oído externo y/o en el oído medio. Es decir, "algo" impide que las ondas sonoras pasen al oído interno a través del oído externo y medio.
  2. Neurosensoriales o de percepción: en el oído interno tenemos unas células pilosas diminutas, que reciben el nombre de células ciliadas. Ellas son las responsables de convertir el sonido en señales eléctricas que el cerebro necesita para interpretar lo que oímos. Si estas células u otras fibras nerviosas del oído interno están dañadas, tendremos como resultado una hipoacusia neurosensorial. 
  3. Mixta: la causa es conductiva y neurosensorial. 
Aquí algunos ejemplos gráficos: 

PÉRDIDA DE TRASMISIÓN/CONDUCTIVA (PRUEBA TONAL)


PÉRDIDA NEUROSENSORIAL (PRUEBA TONAL)


PÉRDIDA DE TIPO MIXTO (PRUEBA TONAL)



  • Según el grado de pérdida auditiva: 
  1. Leve: cuando el umbral auditivo se sitúa en torno 20-40 dB.
  2. Media o superficial: cuando el umbral auditivo se sitúa en torno a 40-70 dB.
  3. Severa: cuando el umbral auditiva se sitúa en torno a 70-90 dB. 
  4. Profunda: cuando el umbral auditivo se sitúa por encima de los 90 dB. 
Algunos ejemplos gráficos:

PÉRDIDA LEVE (PRUEBA TONAL)


PÉRDIDA MODERADA (PRUEBA TONAL)

¿QUÉ ES UNA AUDIOMETRÍA?

Es un estudio mediante el cual se determina si existe algún tipo de pérdida auditiva. 


TIPOS DE AUDIOMETRÍAS

Existen muchas pruebas para evaluar la audición, subjetivas (en las que el paciente debe hacer algo en función del estímulo que perciba) y objetivas. Nos detendremos en las subjetivas. 

MÉTODOS SUBJETIVOS:

Tonal: 

Es una prueba subjetiva que sirve para evaluar la audición del paciente, mediante el uso de tonos que sirven para determinar el umbral de audición. Consiste en poner unos cascos al paciente. A través de ellos, oirá diferentes sonidos y, cada vez que oiga uno de ellos, levantará la mano derecha o izquierda, dependiendo si cree haber oído por el oído izquierdo o por el derecho. 



Verbal, vocal o logoaudiometría:

Es una prueba, también subjetiva, de inteligibilidad del habla, de tal manera que el sujeto debe repetir sílabas o palabras sin sentido que escucha a través del auricular. No es lo mismo oír que entender lo que oímos. Busca evaluar hasta qué punto una persona entiende lo que oye. 


¿CÓMO INTERPRETAR UNA AUDIOMATRÍA?

Normalmente en el informe nos indican el tipo de pérdida que tiene el sujeto, pero voy a intentar explicaros brevemente algunos aspectos a tener en cuenta cuando tenemos delante una audiometría. 

Comenzaremos con la audiometría tonal:

El primer aspecto que vamos a explicar son los ejes de los gráficos:

En la parte superior aparecen las frecuencias, en hercios Hz (si los sonidos son graves o agudos) y en el lateral izquierdo los decibelios dB (si los sonidos son fuertes o suaves). 

Así, cuando más a la izquierda de la gráfica, la frecuencia de los sonidos es más grave y, cuando más a la derecha, la frecuencia de los sonidos es más aguda. Tal que así:


De igual modo, en la parte más alta de la gráfica se sitúan los sonidos más suaves y, según descendemos en la tabla, los sonidos serán más fuertes. 




Así, a partir de los decibelios que una persona puede oír, clasificaremos la pérdida desde leve, si puede oír decibelios superiores a 20 dB, hasta profunda, si cuando empieza a oír es a partir 90 dB o por encima. 



Con todo esto, el audiograma de los sonidos de nuestro entorno quedaría configurado de esta manera:



El siguiente parámetro que explicaremos serán las lineas que aparecen dibujadas en la gráfica y que representan el tipo de pérdida auditiva. 

Cuando se hace una audiometria tonal, se evalúa tanto la vía aérea (que se representa en línea continua _______) como la vía ósea (que se representa en línea discontínua _ _ _ _)


 
          Evaluación vía aérea                            Evaluación de la vía ósea

Por otro lado, el oído izquierdo se representa en color azul y mediante cruces, y el oído derecho, se representa en color rojo y mediante círculos. 






Con esto ya vamos a los tipos de hipoacusia en función de la zona del oído afectada. 

  • En el caso de ser una hipoacusia de tipo conductivo o de trasmisión: la vía ósea (discontinua) se encontrará separada por encima de la vía aérea. 


  • En el caso de ser una hipoacusia neurosensorial, la vía ósea y la vía aérea están casi superpuestas, y se produce una caída en las frecuencias y tonos agudos. 



  • En el caso de la hipoacusia mixta, la vía ósea y la vía aérea aparecen en unas partes de la gráfica superpuestas y en otras separadas. 



Estos son algunos ejemplos. Luego puede haber muchas combinaciones. 
  • Conductiva en un oído y neurosensorial en el otro 
  • Mixta en un oído y conductiva en el otro
  • Mixta en un oído y neurosensorial en el otro. 
Ahora vamos con la audiometría verbal, vocal o logoaudiometría:


                                       Fuente: http://www.cochlea.eu/es/exploracion-funcional/metodos-subjetivos/audiometria-vocal

La curva A, representa la audición normal, que como veis, adquiere una forma similar a una "s".
La curva B, representa una hipoacusia conductiva en uno de los oídos. Cuando la hipoacusia es conductiva, la forma de la curva es similar también a una "s". 
La curva C, representa una hipoacusia neurosensorial en uno de los oídos. En el caso de la hipoacusia nuerosensorial se produce una curva con caída. 

Cuando más a la derecha estén las curvas, más severa es la pérdida auditiva. 

Por último, comparto un vídeo en el que nos explican como interpretar una audiometría, por si mi explicación no ha quedado clara. 




Con estos datos, he intentado dar algunas claves para entender mejor una audiometría. Espero no haberme columpiado en nada. Si es así, acepto la crítica, siempre constructiva, y pido disculpas a los audiólogos y otorrinos. 

SÍNTOMAS DE UN PROBLEMA AUDITIVO EN LA EDAD ESCOLAR (pueden no ser exclusivos de DA)

  • Muestra menos interés por tareas que tienen componente verbal.
  • El desarrollo del lenguaje es lento, con estructuras lingüísticas muy simples. 
  • Inteligibilidad de sus producciones.
  • Dificultad para seguir una conversación larga. 
  • Le cuesta aprender vocabulario nuevo.
  • Le cuesta contar una historia. 
  • Dificultad en el aprendizaje de una lengua extranjera. 
  • Dificultad en la lectoescritura. Especialmente con los fonemas (/f/, /s/, /z/, /d/....) y con aquellos puntos de articulación que no se ven fácilmente (/k/, /x/, /l/...)
  • Dificultad para realizar dictados. 
  • Sus periodos atencionales son cortos. 
  • No le interesan los cuentos o películas relatadas. 
  • No participa en las asambleas, las explicaciones. 
  • Se distrae en entornos ruidosos. 
  • Necesita que le repitan las cosas. 
  • Para oír gira la cabeza. 
  • Dificultad para regular la intensidad y el tono de voz.
  • Responde de forma incorrecta a lo que se le pregunta. 
  • Confunde palabras con sonidos similares (p.ej: pino-vino)
  • Se les puede etiquetar como distraídos, desobedientes. 
  • Se aíslan de sus compañeros y no suelen participar en juegos grupales

sábado, 9 de mayo de 2015

REGISTROS DE EVALUACIÓN

Hoy comparto con vosotros/as unos registros que he elaborado. Están inspirados en otros que he ido encontrando y viendo por la red. Quedándome con unas cosas de unos y con otras de otros, además de mi propio toque personal. 

Comparto un cuaderno de registro de evaluación inicial del lenguaje, otro de lectura y otro de escritura

Espero que os sea de utilidad ;)










jueves, 7 de mayo de 2015

¡FINALISTA EN LOS PREMIOS ESPIRAL EDUBLOGS 2015!

Esta mañana me despertaba con una agradable e inesperada noticia, porque este blog, ¡ha sido elegido como finalista en la categoría de "Recursos Educativos" de la IX edición de los premios Espiral Edublogs 2015!

El premio pretende valorar la importancia y repercusión de los blogs en la educación, como herramienta didáctica para el desarrollo de contenidos curriculares y motivación de los alumnos.

Desde este pequeño espacio de la blogosfera, doy las gracias a los creadores del premio, y mi más sincera y merecida enhorabuena a todos los creadores de los estupendos blog finalistas., y por qué no, también a todos aquellos que se han quedado fuera. 

Suerte y éxitos para los finalistas ;).


viernes, 1 de mayo de 2015

DIFICULTADES DE APRENDIZAJE EN EDUCACIÓN INFANTIL, ¿INTERVENIR O ESPERAR?

Llevo tres años formando parte de diversos equipos multiprofesionales que brindan un servicio de apoyo psicopedagógico, fuera del horario lectivo, a alumnos de diferentes colegios de varios distritos de Madrid. Estos equipos suelen estar formados por psicólogos, psicopedagogos (una servidora entre ellos), maestras de Educación Especial y maestra de Audición y Lenguaje (una servidora).

Cuando hacemos reuniones de equipo, surge con bastante frecuencia un debate, para mí, incomprensible. Cuando los tutores/as de Educación Infantil nos hacen llegar la solicitud para que alguno de sus alumnos pueda ser atendido por nuestro equipo, algunos miembros, y no pocos, se cuestionan hasta qué punto debemos atender a alumnos de Educación Infantil. Se plantean si "realmente la demanda de los tutores se ajusta a una problemática real que haya que abordar o se trata más bien, de una cuestión de "exigencia" por parte de los tutores en querer que todos los niños adquieran las habilidades, competencias y destrezas curriculares para su etapa correspondiente, olvidando que no todos los niños maduran a la vez, sin que ello sea sinónimo de problema". Algunos consideran incluso, que "es normal que en infantil haya dificultades y desfases", y que por ello, hay que esperar, "que es que son muy chiquititos...". Otros comentan que ante dos niños con dificultades, uno de infantil y uno de primaria, se debe priorizar a atender al de primaria porque el desfase es mayor y las exigencias a las que tiene que enfrentarse, hace que sea más urgente intervenir. 

El fracaso escolar preocupa tanto a padres como a educadores y es algo que afecta a toda la sociedad dado el elevado porcentaje de estudiantes que lo sufren. 
Cuando hablamos de fracaso escolar casi siempre lo relacionamos con alumnos que ya están en Educación Secundaria Obligatoria, ya que, a pesar de que sus raíces comienzan a crecer tiempo atrás, es en esta etapa cuando, los problemas escolares de los alumnos se hacen más evidentes, dado que los requisitos y el nivel de exigencia es cada vez mayor, al igual que el esfuerzo que hay que emplear para responder a los mismos aumenta considerablemente, y más aún, cuando se trata de chavales que vienen arrastrando dificultades, a lo que además hay que sumarle los problemas que procedan de su entorno y el momento evolutivo en que se encuentran, esa etapa compleja llamada adolescencia. Pero muy pocas veces se hace referencia a los alumnos de Educación Infantil cuando hablamos de fracaso escolar. En muchas ocasiones se asume por parte de la sociedad que en esta etapa “no existe” el fracaso escolar, pero ni que decir tiene que, aunque los objetivos mínimos que plantea el currículo, a priori, pueden parecer fácilmente superables y alcanzables por cualquier niño, no siempre ocurre así. Resulta curioso que, el número de niños que en Educación Infantil no alcanzan los objetivos, o lo hacen con dificultad, se asemeja bastante al tanto por ciento del fracaso escolar que reflejan las estadísticas. 

Muchos educadores que trabajan con alumnos de estas edades iniciales observan que una parte de ellos no sigue el ritmo de los demás y es cuando deciden consultar con los especialistas, si tienen acceso a alguno de ellos. Pero, es en este punto donde aparece el dilema. ¿Qué hacemos?, ¿actuamos?, ¿esperamos a ver qué pasa, a ver si "madura"?. Es una cuestión que, de forma sorprendente, genera controversia y más ahora que se anhelan modelos educativos como, por ejemplo, el finlandés en el que, entre otras cosas, se apuesta por enseñar a leer a los 7 años o a teclear antes de escribir. Algunos especialistas y educadores cuestionan si es realmente necesario que los niños terminen Educación Infantil sabiendo leer, o supone un problema el que un niño de 5 años no sepa leer. 

No cabe duda que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y unos aprenderán antes que otros, y que se debería apostar por sistemas educativos flexibles, pero tampoco la cuestión que nos ocupa ahora es si los niños tienen que saber leer o hacer operaciones sencillas al finalizar la Educación Infantil. La cuestión es, si cuando observamos que un niño no alcanza los objetivos de la etapa en la que esté escolarizado debemos preocuparnos o no. Pienso que, objetivos curriculares son una cosa, y los hitos evolutivos del desarrollo son otra. Es verdad que los segundos van a condicionar los primeros, y es verdad que podemos sentarnos a debatir el diseño currícular para cada etapa. Pero, cuando un/a tutor/a de Educación Infantil, consulta con los especialistas porque algo le dice que algo no anda bien, debemos escuchar la demanda y, ser los especialistas, con nuestros conocimientos y con nuestras herramientas, los que debemos valorar si la demanda del tutor/a es objeto de preocupación o no. En mi opinión debemos ser responsables y no dar por hecho, así de entrada, que a lo mejor el problema del niño no es un problema como tal, haciendo caso omiso a la solicitud inicial. Dado que, puede ser cuestionable si un niño debe saber leer antes de los 6 años, pero lo que no es en absoluto cuestionable es que se deban dejar de atender habilidades y requisitos previos a la lectura o al cálculo (tales como la motricidad, las habilidades metafonológicas, las habilidades perceptivas auditivas y visuales, la atención, la memoria, el vocabulario, los conceptos, las nociones espacio-temporales, comprensión y seguimiento de instrucciones.....), que quizá, sean el origen del problema, y que sí se pueden y se deben estimular y abordar si están deficitarias, lo que asegurará un mejor pronóstico cuando los niños tengan que enfrentarse a otros procesos de aprendizaje y cognitivos de mayor exigencia. Podemos poner encima de la mesa el debate de cuándo es más adecuado enseñar a leer a un niño, pero no podemos dudar, por ejemplo, que si un niño con 3 años aún no habla o no se entiende nada de su discurso, puede que algo no esté yendo del todo bien....independientemente de que sólo lleve unos meses o un año escolarizado, porque un niño con 3 años tiene que tener un discurso inteligible (aunque haya algunas dislalias evolutivas), tiene que comprender órdenes sencillas o tiene que emitir frases de 3 o más elementos....le lleven o no al cole. Lo normal es que los niños de 3 años se incorporen al colegio "sabiendo" hablar, aunque tengan que "pulir" ese habla y ese lenguaje. En este caso no estamos hablando de currículum escolar, hablamos de hitos evolutivos. Si de cuestión de madurez se trata, si un niño no ha "madurado", ¿no será lógico ver por qué aún no lo ha hecho?. ¿y qué tal si le damos "un empujoncito" en ese proceso?. Por último, muchos niños que son diagnosticados posteriormente de Dislexia o TDAH, en infantil, ya apuntaban maneras. Quizá, y digo quizá, sería prematuro "etiquetar" en infantil, pero no hace falta un diagnostico para comenzar a intervenir y ayudar a un niño cuando las dificultades son de sobra evidentes, se llame como se llame lo que tenga. No se trata de patologizar, ni mucho menos, se trata de prevenir y estimular.  
Puede que tengan parte de razón aquellos que dicen que ante varios niños con dificultades  se debe otorgar preferencia a los de primaria, pero, por un lado, eso va a depender del caso en concreto, y no tanto de la etapa en la que esté el niño y, por otro lado, no me negará nadie que, si un niño en primaria tiene graves problemas de aprendizaje, es altamente probable que ya los tuviera en infantil, y quizá, si se hubiera comenzado a trabajar con él en aquel momento, tal vez, y digo tal vez, no estaría en primaria como está.  

Esperar en estas edades supone, en algunos casos, perder el momento adecuado para actuar y, por tanto, a la larga, una mayor dificultad y peor pronóstico en el abordaje de tales problemas. Las primeras edades constituyen un periodo vital que se caracteriza por un potente y cambiante ritmo evolutivo, donde la plasticidad y flexibilidad de las estructuras fisiológicas y psicológicas del niño adquieren y poseen un máximo exponente decisivo para su desarrollo posterior. Además, en el caso del lenguaje, éste se desarrolla en los seis primeros años de vida y si existe sospecha de dificultades, es urgente una evaluación para asegurarnos que todo está en orden y, en caso de trastorno, hay que intervenir en ese tiempo, ya que es el periodo crítico para alcanzarlo (aunque esto último no implica que más adelante no se pueda hacer nada)



Otros enlaces relacionados con el tema:



¿Y tú?, ante dificultades de aprendizaje en infantil, ¿prefieres esperar o intervenir?